IDEA PRINCIPAL
La vitalidad espiritual es el don que nos da el Espíritu Santo y que nos une a Cristo, concretamente en su muerte y resurrección: «Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, también lo seremos en la de su resurrección» (Romanos 6:5 ). La vitalidad espiritual es la vida de los resucitados con Cristo. Es un regalo gratuito para nosotros, aunque costoso para Dios. Cuando Dios resucitó a Cristo al tercer día, nosotros fuimos resucitados con él. Los plantadores de iglesias deben mostrar este fruto y plantar iglesias que lo proclamen a todos.